sábado, 25 de abril de 2009

Aranjuez

Siguiendo con el repaso a restaurantes españoles, hoy le ha tocado al Aranjuez. Lo cierto es que iba con la mosca detrás de la oreja a causa de las kafkianas paellas que mostraban ufanos en la entrada. Sin embargo, la cosa no fue tan traumática como pensé. Hay un menú por 2000 yenes que incluye unas tapitas, paella, un plato principal, bebida y postre.

Las tapitas son literales, es decir, pequeñitas. Me tocaron dos boquerones aventureros, una lonchita de jamón y una cosa gris que no sé qué era, además de una taza de gazpacho, muy bueno, por cierto. La paella era pequeñita, y si exceptuamos los guisantes y el pimiento, bastante normal. Y además estaba buena. Lo curioso es que consideran la paella como un primer plato, y luego te dan a elegir un plato principal de carne o pescado.

La bebida, si es agua, es gratis. Incluido en el menú iba un vasito de sangría. En fin, no ha estado mal, no ha estado mal...

La entrada del restaurante. No muestro las paellas mutantes.


Las tapitas. ¿Qué sería la cosa gris?


Paella de juguete, pero rebuena. O quizá tenía hambre...


Carrrrne en plato ardiente de hierro. Sabrosona.


Y el postre. Mientras mi mano derecha buscaba la cámara, la izquierda fue más rápida, y este es el resultado final.


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