jueves, 30 de septiembre de 2010

Para llevar

Un reciente dorama televisivo se anuncia con la siguiente sugestiva imagen:

 Esto sería el sueño de más de uno...


miércoles, 29 de septiembre de 2010

¡Chistorra, allá voy!

Finalmente, el viernes 15 de octubre se va a celebrar en la embajada el Día de la Hispanidad. Dado que el 11 es festivo en Japón y sólo es un día antes, yo lo hubiese celebrado entonces, pero en fin, no pasa nada. Espero anhelante comer nuevamente humeante chistorra.

Y además es una buena ocasión para reunirse con otros españolitos expatriados, aunque en este festorro se invita a toda clase de fauna, tal y como expliqué hace casi un añito, de ahí la multilingüe invitación.




domingo, 26 de septiembre de 2010

Transporte de tofu

Hace tiempo que llevo viendo unos ciclomotores con un extraño aditamento. Unos lo llevan detrás, otros en un lateral, y parece los aislantes eléctricos de las líneas de alta tensión. El tema me tenía intrigado, hasta que con el tiempo vi que el espacio bajo esos aislantes era ocupado por una caja metálica, y aún más tarde me enteré que dentro había tofu. Básicamente, se trata de un servicio de reparto a domicilio de tofu, y el sistema son unos amortiguadores para que la caja y su tierno contenido no sufran las consecuencias de baches y sacudidas.

Aún me falta hacer foto del sistema lateral, y con la caja en ambos casos. Espero que no me cueste otro año y medio...

viernes, 24 de septiembre de 2010

Churritos

Aunque aquí todavía no he encontrado un remedo de los auténticos churros, existen variados sucedáneos, y los últimos que me he encontrado han sido estos mini-yo de un churro de verdad:

Churro con sombrero, y una sorprendente similitud en los rasgos faciales con los de un Airgam-boy.

Helo aquí, pero tiene truco...


¡No es cilíndrico!


martes, 21 de septiembre de 2010

Siete años

Este mes se cumplen siete años de mi primera visita a Japón, y aunque he vuelto en seis ocasiones más a este país, y ya llevo un par de años aquí, hay muchas cosas que recuerdo de ese primer viaje.

La súbita decisión de un viaje al otro lado del mundo, la excitación de los preparativos, la emoción previa a la partida que me cosquilleaba el dorso de las manos...

Tantas y tantas cosas eran nuevas para mí. Incluso los transbordos aéreos y las esperas en un aeropuerto internacional tenían su gracia por la novedad.

Finalmente, la llegada, el control de aduanas que casi no recuerdo, y un tren que me llevó hasta... ¿Tokio? ¿Yokohama? Primero en Tokio, eso seguro. El hotel estaba cerca de la Torre de Tokio, y esa casi fue mi primera experiencia japonesa... caminar por una acera impoluta, con su franja amarilla para invidentes, con un calor húmedo que yo no encuentro especialmente desagradable, y el sonido de las cigarras rodeándome mientras encaminaba mis pasos a la tantas veces vista pero nunca contemplada torre...

¿Qué después? ¿Mi primera comida? No lo recuerdo... sí recuerdo sin embargo el primer ramen que tomé, algo que me hizo enamorarme de esa comida. Odaiba... recuerdo Odaiba por la noche, con el Rainbow Bridge cambiando de iluminación, reflejándose en el agua, con los rascacielos al fondo.

Luego Kioto un par de días, el Palacio Imperial, templos... el río al atardecer, sentado en un empedrado junto a un puente y viendo caer la noche a mi alrededor.

Yokohama al final... el parque Yamashita, el Hikawa Maru... y paseos por Tokio... mi primera visita a la embajada, los primeros pinkubira que ví cerca de la misma. Y muy cerca, en Roppongi, encontré una pequeña callecita donde me pude sentar a descansar tomando un refresco de una máquina expendedora, mientras a mi alrededor sólo veía rascacielos.

¿Qué más? No recuerdo más... tan sólo impresiones generales. Limpieza, orden, silencio... en un momento dado alguien detuvo su bicicleta tan cerca de mí que la cesta rozó mi reloj. Ese fue todo el contacto que tuve con otro viandante.

Debo reconocer que partí con una fascinación que podía alterar mi percepción, pero mis sensaciones no se vieron afectadas. De hecho, observé cosas curiosas, y en estos siete años casi he podido comprobar la evolución de la sociedad. ¿En qué? Pequeñas cosas, como parejas cogidas de la mano. No vi a ninguna pareja arrullándose ni en pose cariñosa hace siete años, y eso hoy es habitual. ¿Qué más? La limpieza. En mi primera visita la calle parecía el pasillo de un hospital: ni un papel, ni una lata, ni una colilla. Hoy empieza a ser habitual encontrarse cada vez más basura por ahí tirada.

En fin, aunque el pasado nos guste, y yo hay algunas cosas de mi pasado que me gustaría recuperar, citaré una frase que podías encontrar en un añejo videojuego: El tiempo pasa... ¡y no vuelve! Así que los recuerdos, lo mejor es empaquetarlos y ponerlos en naftalina para que no los olvidemos, y vivamos nuestra vida desde hoy. Y digo hoy. Que mañana es tarde. ;)

viernes, 17 de septiembre de 2010

El tomate blogopédico

Hace años que colaboro en la Wikipedia en español. Si bien el exceso de normas la tiene ligeramente encorsetada, es el precio que hay que pagar para que no se convierta en la Frikipedia. Una de las cosas que más me gustan son los diffs. Sencillamente, cada aporte a Wikipedia queda registrado, por lo que es muy simple trazar la trayectoria de alguien e incluso saber lo que dijo en un momento dado a favor o en contra de alguien o algo. Un diff es un enlace que muestra un mensaje o un añadido (o un borrado) a un artículo o discusión, con lo que nadie puede negar que dijese o hiciese algo.

Ahora que esto está claro, recientemente quise aplicar este modo de actuar en el mundillo de los blogs en español de residentes en Japón. Vi un mensaje en el blog X, pensé que hablaba de referencias sin citar fuentes (estoy demasiado wikificado) y añadí un mensaje con un enlace al mensaje del blog Y al que se refería.

La autora del blog X eliminó el mensaje porque no quería enlazar al blog Y, pero el mensaje estuvo unas horas activo, con lo que aumentaron las visitas al blog Y desde el X. Del mismo modo, alguien, llamémosla Z, escribió a la autora del blog Y fantaseando con que yo estaba echando pestes de ella, con lo que borró un mensaje mío en su blog referentes a hijos mestizos de español y japonés.

Para ponernos en antecedentes, digamos que existió una o varios polémicas en el pasado entre las autoras del  blog Y por un lado y de los blogs X y W (si, otro más) por otro, con lo que el ambiente entre ellas está enrarecido.

La conclusión a la que he llegado es que se acabó mencionar a nadie. Yo seguiré con mis carteles, mis nombres y mis maquetas, mis cuatro comentaristas y mis cinco lectores. Ya tuve hace 20 años polémicas con publicaciones en papel y fue suficiente. Respecto a los blogs que recomiendo, tres de ellos se centran en Japón, uno en maquetas y uno en el humor. Ellos también me enlazan a mí, así que la reciprocidad es la regla que intento seguir. Y las excepciones confirman la regla... ya que conozco personalmente a los autores.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Prohibido beber

Lo cierto es que cuando vi esta señal por primera vez, pensé que quería decir que lo que había detrás era una ventana y no una puerta, para que nadie se confundiese y tratase de entrar por ahí, pero mirando con más atención resulta que es un aviso acerca de la prohibición de consumir alcohol para los menores de edad.

Este es el origen de la confusión.

Pero al ver esto queda clara cualquier duda, ¿verdad?


martes, 14 de septiembre de 2010

¡Pa la calle!

Más o menos es lo que parece indicarnos este brioso jugador balompédico, aunque pienso que más impactante hubiese sido mostrarnos a Collina en similar pose. Sin embargo no se trata de prohibir la entrada a un establecimiento, dado que el cartel estaba a la entrada de un kombini, sino de un aviso. La venta de alcohol y tabaco a menores de 20 años está prohibida en Japón, y en caso de tener un tierno aspecto aniñado, hay que tener a bien demostrar la edad al probo dependiente, cosa a la que nos anima el cartel.



domingo, 12 de septiembre de 2010

El pachinko de Akira

Y no me refiero a Toriyama o a Kurosawa, sino al del manga homónimo. Aunque también podía haberlo titulado el pachinko de Tetsuo, ahora que caigo... y por cierto y a colación de ese nombre, películas raritas donde las haya, las dos Tetsuo, Iron Man y Body Hammer. Esa sensación de salir confundido del cine la he tenido pocas veces.

Y todo lo de antes tiene su origen en el nombre de este pachinko, y que a fuer de ser sinceros, para ser totalmente apropiado debería ser Neo Tokyo, pero en fin...


miércoles, 8 de septiembre de 2010

Nombre dulce

Y a los hechos me remito...

Café localizado mientras daba el paseo que narré ayer.


lunes, 6 de septiembre de 2010

De paseo

Pues me dio por caminar hace poco. Empecé en un sitio llamado Shinanomachi y acabé en otro que se llama Ichigaya, llegando en el proceso casi a otro que se llama Iidabashi, y recorriendo varias lugares. Debo decir que algún kilómetro que otro hay entre ellos, y que fueron mis piececitos quienes me llevaron. Veamos algunas imágenes de mi periplo:

Zona acotada para fumadores anexa a la estación de tren de Shinanomachi. Un surtido variado de sarariman es visible en sus proximidades e interior.

Bicicleta añeja con cesta más añeja aún. El timbre parece lo más moderno.

Grave accidente. Alguien perdió una caja de birras de litro y medio al tomar la curva, y ni se percató de ello. Cívicos japoneses, y algún extranjero que también hacía fotos retiraron los principales fragmentos de cristal de la calzada.

Depósito añejo, quizá de la quinta de la bici de antes. O más.

El cementerio de Chidorigafuchi. Los civiles y militares desconocidos se honran aquí. Los conocidos en el santuario Yasukuni, que no cae lejos.

Aproximación al santuario. El caballero de la chaqueta naranja entonaba mantras con fruición.

Dos cenotafios, uno para los militares que murieron encarcelados tras la guerra y otro para las víctimas de la repatriación forzosa.

Hay un pequeño pero coqueto parque en Chidorigafuchi.

Y el río está justo al lado.

Bordeado por un bonito paseo.

Con algún que otro surtidor para aplacar la sed.

Cerca de Yasukuni y de mi destino final en Ichigaya.


domingo, 5 de septiembre de 2010

¿Parecido razonable?

Más que parecido, esto es un plagio, una copia, un calco, un duplicado...

Anuncio de uno de esos lugares alegres que te encuentras harto frecuentemente por aquí.

Acoso, película de 1994.


jueves, 2 de septiembre de 2010

Prohibido fumar... ¡en la calle!

Es usual encontrarse por el suelo avisos de que está prohibido fumar. Para los viciosos existen una especie de jaulas transparentes donde se encierran a inhalar el producto de la combustión del tabaco. Desde fuera podemos mirar, pero no sé si les podemos tirar cacahuetes.



miércoles, 1 de septiembre de 2010

Pepelu vino

Y no hubo chistorra...

Tras un férreo control en la entrada de la embajada, se accedía al jardincito interior, donde en primera instancia había una mesa donde darse un lingotazo de vino, cava o agua. Jocosamente me pidieron ver la mochila por si hay alguna bomba, a lo que respondí que me la había dejado encima del piano. Luego se esperó pacientemente a que Zapatero, junto a  tres ministros más (bueno, dos ministros y una ministra) llegara a un atril. El embajador hizo una pequeña introducción, luego habló el ministro de Asuntos Exteriores, Moratinos, y finalmente el presi.

Tras la arenga, se dio un baño de multitudes. Sorprende ver cómo hay gente que se abalanza contra cualquier personaje público para tener una foto que mostrar. Yo me quería abalanzar sobre la chistorra, pero mira por donde, el refrigerio consistía en canapeses, tortilla en porciones cilíndricas, tacos de algo que no sé qué era pero que estaba bueno, y clocletas, lo único caliente. Y también alguna cosilla dulce.

En fin, no ha habido terremotos, crisis internacionales ni las hijas han llamado la atención en Akiba o Harajuku. No estuvo mal del todo.

¿Y mi chistorra? ¿Ein?

Postre rico rico.

¿Hay algún economista presente?

Ese señor que mira a la cámara tenía pinta de ser el jefe de seguridad. Era todo ojos.