Hoy es un domingo tranquilo y he tratado de dedicarme un ratito a mi afición de perpetrar maquetas, recientemente, de barcos. Aunque tengo varios en dique seco, nunca mejor dicho, y en varios estados de desarrollo, mi última incursión en el mundo de la pintura me ha hecho desistir por el momento de seguir con ello.
Concretamente, cuando acabas de pintar una maqueta queda impoluta, con unos colores planos y nuevos, tan majos que parece un juguete. Por eso, el siguiente paso en la creación es la pintura, dando luces y sombras donde sean necesarias, añadiendo suaves capas de color para matizar y pequeños retoques para simular uso, óxido o cualquier otra cosa.
El problema es cuando eres un manazas. Intenté dar a mi pobre
Shimotsuki un lavado en negro. Eso se consigue mezclando muy poca cantidad de pintura con mucho disolvente, hasta conseguir poco más que "agua sucia". Con ello se consigue que la pintura diluida se meta por los intersticios y marque los relieves. Al menos en teoría, porque lo único que conseguí es dejarla guarra guarra... ya pondré fotos, ya...
Con la habilidad que me caracteriza, y de la que siempre hago gala, pensé que si me había pasado con el negro, el mejor sistema para solucionarlo era repetir el proceso, pero con blanco. Dicho y hecho, ahora el destructor parece que se haya duchado con agua salada y no se hubiese secado bien. En fin, siempre puedo darle un baño de alcohol, que elimina la pintura acrílica, y empezar desde el principio, pero se me fueron las ganas.
¿Y en qué mala hora se me ocurre algo nuevo? Nada mejor que hacer lo más difícil de una maqueta, hacerla desde el principio, desde cero, sin piezas prefabricadas...
scratch build, como dicen por ahí. Y es que la ociosidad es la madre de todos los vicios.
Rebusqué en el cajón de los trastos, encontré un blister, unas pajitas, y láminas de plástico. Pues nada, a hacerme un casco. En la foto podéis ver lo que llevo. He reforzado el interior con las pajitas para que no se doble al cogerlo, aunque he de añadir más. He preparado una cubierta que pegaré encima del casco, sobre la cual añadiré el resto de elementos. Y lo que no he decidido aún es si lo voy a hacer de casco completo o sólo por encima de la línea de flotación. Ya veremos, que dijo un ciego...
Por cierto, el sistema habitual consiste el crear una "espina dorsal" de proa a popa, y luego una serie de cuadernas a lo largo de la misma, que limitan el casco. Luego se hacen los laterales y posteriormente el detallado sobre la cubierta, pero claro, esa es la forma de hacer las cosas bien.
Otra cosa, si queréis ver cómo se hacen maquetas bien, podéis mirar el blog de
Jesús Alcocer, o directamente su
galería de maquetas. Espero que no se haya caído de la silla al leer lo que le hago a las pobres maquetas.
He marcado intervalos en la cubierta para que la curvatura de la proa sea simétrica, ya que he cortado la lámina a ojímetro, al no tener planos.