Siento no haber actualizado recientemente, y no es porque estuviese de vacaciones. Era una mezcla de ganas de no hacer nada y la sensación de estar predicando en el desierto. De todos modos, he fotografiado una nutrida colección de curiosidades japonoides recientemente, así que en los próximos días, material, habrá. Veamos lo que he
hecho hoy. No ha mucho compré unos hidroaviones grandotes, siendo uno de ellos un Kawanishi H8K (llamado en código por los Aliados
Emily) en escala 1/72.
Aquí tenemos la caja de Emilita.
Dado que uno de los principales problemas maqueteros que me encuentro es hacer realista el interior de una cabina de avión, una forma de soslayar el problema es... no teniendo necesidad de detallar la cabina. Eso sólo se puede justificar si no se va a ver o al menos apenas. ¿Cómo conseguir esto? Pues simplemente reduciendo la escala aún más, y es lo que he hecho.
Vista general de lo que llevo pintado en verde naval japonés: fuselaje, empenaje y parte superior de las alas. Se ven las piezas transparentes, bastante malas por cierto, que han requerido lijado y tienen rayajos varios ocasionados por la inyección. Las manchas del papel son de líquido verde de enmascarar, cianocrilato y cola blanca, respectivamente.
Ahora tengo entre manos un maravilloso H8K a escala 1/144, lo que quiere decir que tiene la mitad de tamaño que el anterior. Pese a ello es más grande que el resto de maquetas monomotores que tengo por aquí, pero al menos la cabina tiene unos montantes bastante macizos y el interior no se aprecia demasiado, así que un problema menos.
Primer plano de las piezas transparentes. Usaré líquido de enmascarar antes de pegarlas con un pegamento transparente especialmente pensado para este tipo de piezas.
Lo malo es que el tema de pintura no se limita a los interiores, evidentemente. El exterior también se pinta, y no sólo eso, sino que hay que jugar con luces, sombras, desgastes y enguarres varios para dar realismo. Yo me he quedado en la parte de pintura, es decir, cuando acabe el avión parecerá recién salido de fábrica, aunque falto de volumen, como un juguete... en fin, ya veremos qué pasa...
Detalle de la cabina. Es muy básica, y quizá no añada nada más salvo el mamparo trasero. Todo irá en verde interior, con el panel negro. Quizá le de un toque de marrón a los asientos, pero no creo que añada cinturones ni volantes de control.
De momento he abierto un par de agujeros circulares para las ventanas de las escotillas de acceso. Tendré que rellenarlas con
sprue transparente. Hay un buen número de ventanillas cuadradas y rectangulares por todo el fuselaje, pero he optado por dejarlas tal cual, es decir, sin vaciar. Aunque el interior consiste en una simple plataforma con cuatro asientos, pintaré con el verde interior japonés y añadiré un mamparo trasero. Quizá el panel de instrumentos en negro, y poco más.
Vista general de lo que he perpetrado hoy. Además de al mini H8K, también he aplicado verde al E14Y (Glen para los amigos). Espero haber enmascarado bien la cúpula, que he retirado porque todavía no he acabado con el interior. A la derecha, pintado en plata, hay un juego de piezas transparentes. Me he encargado de luces de búsqueda en escala 1/700, que quedan muy aparentes enmascarando la lente, pintando en plata y luego en gris naval. Al retirar la máscara el efecto es muy realista.
Para resaltar el volumen exterior se puede aclarar el color del interior de los paneles que forman el exterior del avión, o resaltar con un tono más oscuro las líneas que los delimitan, aunque para ello hace falta un aerógrafo. Otro sistema consiste en perfilar los paneles antes de pintar, pero dado que yo lo hago con botes, no puedo controlar la cantidad de pintura que sale, así que cualquier detalle previo queda oculto por la pintura, pues siempre es demasiada.
Eso me deja ante otro sistema, laborioso y que requiere mucha paciencia. Consiste en acabar la maqueta, pintarla, lacarla con brillo, aplicar las calcas, lacarla con brillo nuevamente y, con pintura negra muuuuy diluida, marcar los paneles dejando que la capilaridad del líquido lleve el color oscuro, unos milímetros cada vez, a lo largo de la línea del panel. Si te sales, pues limpias con agua y listo. La ventaja es que el panelado queda aparente incluso sobre las calcas. Cuando acabas, lacas con un tono mate, y listo. Esto que me ha llevado unas líneas de escribir me puede costar meses de hacer, pero en fin...¿y lo que me voy a divertir?