miércoles, 31 de marzo de 2010

No seas guarro

Este amenazante aviso nos advierte que tirar basura, incluyendo coches, es un delito y un crimen, y que nos pueden meter presos hasta cinco años y hacernos pagar 10 millones de yenes de multa. Resulta curioso que este anuncio esté a diez metros de esto...



lunes, 29 de marzo de 2010

No somos nada...

Ya ves tú, 52 años siendo la construcción más alta de Japón, con 333 metros, para que venga una jovenzuela larguirucha y te quite el título. Y es que a la Torre de Tokio se le ha acabado el reinado. Hoy, la nueva Tokyo Sky Tree, 東京スカイツリー o Tōkyō Sukai Tsurī la ha rebasado, y eso que está sin terminar. En fin, al menos en Yokohama seguimos con la tercera estructura más alta, y a la vez el edificio con mayor altura de Japón.

domingo, 28 de marzo de 2010

Uno y no más

El día del uno, que curiosamente cae en 21. Menos mal que no es el día del cinco...


sábado, 27 de marzo de 2010

Omegas y omicrones

No pude resistirme a tomar una foto del anuncio de una peluquería, que según he podido colegir, se llama salon de Yow, así tal cual. Imagino que lo de salon de lo toman del francés, pero lo mejor viene con lo de Ψοω, que evidentemente, es griego.

Aunque ya ha llovido bastante desde aquellos tiempos en los que era capaz de leer griego con soltura (leer digo, no entendía ni mu de lo que estaba diciendo) aún recuerdo que la letra psi no se leía como la Y, aunque se parezcan... eso si, la ómicron era la o, pero la omega minúscula no era una w, ni se leía como esta última en inglés, es decir, u, sino como una o larga, o doble.

Por tanto, eso que parece que pone You en realidad sería algo así como Psooo... como si le dijéramos a un burro que parase quieto. Pero eso sí, estéticamente, mola mazo.

A ver si mi amigo Carlos confirma que en lo ut supra indicado no he dicho ninguna burrada yo mismo (y me pasa unas fotocopias de latín que están en espera... ;).

viernes, 26 de marzo de 2010

Tienda-autobús

Hoy os ofrezco la, cuanto menos, chocante imagen de una cafetería que me encontré en Ginza.


lunes, 22 de marzo de 2010

Hanamizu

Hanamizu es la literal forma que tienen los japoneses de nombrar a esa moquita que nos gotea impenitentemente de la nariz cuando estamos resfriados. Hana es nariz (flor también, pero con otro kanji) y mizu es agua, así que tenemos agua nasal, lo cual es muy aproximado.

En el cartelito vemos un efectivo tratamiento para tan molesto mal, con simpática analogía naso-grifal. En los monitores del tren suelen poner harto frecuentemente un anuncio de la misma marca de medicina, que muestra a dos samuráis en pleno duelo al ocaso. Uno de ellos está resfriado, y en un momento dado, le viene un inoportuno estornudo, que aprovecha el otro samurái para hacerle un afeitado a la altura del gaznate. Conclusión: toma la medicina y te evitarás problemas.



sábado, 20 de marzo de 2010

Las cosas claras

Y ya que estoy hablando de aguas, hay que puntualizar que las de Yokosuka no son totalmente un estercolero. El puerto lo han dejado muy mono, como se puede ver en la primera foto. En la segunda incluso se aprecia la transparencia de las aguas, así como los amplios espacios para estacionar bicicletas, con servicio de limpieza incluido.




jueves, 18 de marzo de 2010

Más aguas turbias

Como complemento a la anterior entrada, se puede comprobar que no sólo en aguas semiestancandas encontramos asquitos surtidos. Regocijen sus pupilas con el puerto de Yokosuka:



martes, 16 de marzo de 2010

El diablo de las aguas turbias

Si bien la película del mismo título protagonizada por Richard Widmark tiene como protagonista a un submarino japonés, ahí acaban todas las similitudes con lo que he visto hoy. Me gustan los canales que cruzan Tokio y Yokohama. El problema que tienen es que el agua es verde marrón, parece estancada y apenas fluye. Y además, suele llevar bastante basura y restos. Pese a ello, te encuentras con unas carpas de un tamaño considerable, pero hoy he visto dos cosas que no me había encontrado aún.

Una de ellas era simplemente el nivel del agua. Nunca lo había visto tan alto. Por otra, a las carpas submarinas se les añadió un pato aventurero, símil de hidroavión, que surcaba contracorriente las opacas aguas, sacudiendo picotazos de vez en cuando a diestro y siniestro.

El bravo navegante.


Hay que tener valor para navegar por ahí.


Aguas altas. Y guarras.


lunes, 15 de marzo de 2010

Más seguridad callejera

Tiempo ha publiqué una entrada en la que hablaba de la tranquilidad de los dueños de las motos a la hora de dejar el casco encima de las mismas. El problema es que la foto ilustrativa era de un aparcamiento vallado, aunque sin vigilante, pero ahora hay fotos directamente de la calle. Siento el pobre contraste, pero era de noche.




viernes, 12 de marzo de 2010

La zona de Kawasaki

Kawasaki es una ciudad que está entre Yokohama y Tokio. Curiosamente no tiene ninguna relación con la empresa Kawasaki, que está centrada en Kōbe. Varias veces vi desde el tren un centro comercial con un curioso nombre, y hoy me he dedicido a hacerle una visita. Este es el nombre:



Pero una vez dentro, seguimos con palabras que suenan a otras latitudes:



No se vayan todavía, aún hay más...



jueves, 11 de marzo de 2010

Cuervo loco...



... pica, pero pica poco. Ese era el título de una breve historieta que leía de pequeño acerca de un cuervo y su familia. En aquellos primigenios tiempos era habitual acompañar de una leyenda que rimase el nombre de la historieta, en plan Mortadelo y Filemón, agencia de información, Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio o La familia Trapisonda, un grupito que es la monda.

Lo del cuervo viene a colación por lo que me encontré ayer, picoteando una bolsa de basura. Se trataba de un cuervo, que por estos lares son más comunes que las palomas por las Españas, pero una cosa es verlos volando o posados en un cable eléctrico, y otra tenerlo a dos metros de tí.

El bicho es grande. Las fotos no hacen justicia, porque desde la punta del pico hasta la cola, puede medir perfectamente más de medio metro. El plumaje es negro, con reflejos azulados y violeta, y los ojos son negros como dos pozos. Además, ese pedazo de pico, largo como un dedo índice tiene su aquel. Ya sabéis el refrán: Cría cuervos y te sacarán los ojos.

Al menos este no estaba tan violento. Se limitaba a sacudir picotazos a una bolsa de basura tratando de alcanzar su jugoso contenido, entreteniéndose en el proceso con una monda de naranja. No le debió gustar ser inmortalizado, pues tras mirarnos fijamente emprendió el vuelo entre sonoros graznidos.


lunes, 8 de marzo de 2010

Digievolución

Hace un año, una semana y un día, publiqué una potita foto tomada desde mi balcón en que se apreciaba un árbol en flor. Hoy publico otra foto desde la misma perspectiva, con nuevas flores, para que se pueda comprobar la evolución anual.


sábado, 6 de marzo de 2010

Un añito ya

Se me había pasado por completo que hace algo más de un año que empecé con mis disquisiciones japónicas. Esto hay que celebrarlo. Me voy al kombini a comprar algo. Cómo pasa el tiempo, jolines...

viernes, 5 de marzo de 2010

Comportamiento vegetal

Siguiendo con los jocosos anuncios de buenas maneras a bordo de los trenes japoneses, protagonizados por representantes del reino vegetal (aunque las setas no lo sean), os presento el último que he visto:

 



jueves, 4 de marzo de 2010

El pájaro estacionario

Anteayer vi una cosa curiosa, un pájaro que estaba quieto... en el aire. No soy un ornitólogo, pero creía que el único pájaro capaz de hacer eso es el colibrí. De hecho, también las golondrinas pueden, pero sin capacidad de maniobra, mientras que un colibrí puede hasta volar hacia atrás. Incluso algunos falconiformes pueden mantenerse estacionarios contra el viento, pero estos casos no son a los que me refiero.

El pájaro en cuestión estaba libando felizmente de una florecilla, inmóvil en el aire y batiendo las alas como un poseso. Todo eso apunta a un colibrí, pero además de que los colibríes se encuentran en América, su tamaño era considerable. En fin, que parece un colibrí por el modo de vuelo, el pico y la alimentación, pero no debería serlo. También es verdad que hay bastantes tipos de colibríes, y algunos grandecitos, pero este no es su continente. Y además había dos por lo menos, así que no creo que se le haya escapado a alguien, salvo que ese alguien sea profundamente lerdo y se le escapen los pajaritos a pares. ¿Algún ornitólogo en la sala?

Está ahí arriba, encuadrado en la ventana.


martes, 2 de marzo de 2010

Otohime, la princesa del sonido

Aunque el título parece que haga referencia a una película de Miyazaki, realmente el otohime es un invento que se puede encontrar en los inodoros japoneses. Como muy bien dijo Homer Simpson en su visita a Japón, nos llevan años de ventaja. Y bien cierto es. El otohime es un dispositivo incluido en los futuristas inodoros que por aquí se encuentran, esos que incluyen chorritos de agua para limpiar salva sea la parte, más salvas partes de la anatomía femenina, y que están calentitos cuando te sientas, como si Hugo, el de Perdidos, se acabase de levantar de allí.
Abreviando, el otohime lo que hace es imitar el sonido de descarga de la cisterna, ocultando con ese sonido cualquier otro sonido indeseado. Dado que esta maniobra solía hacerse descargando la cisterna de verdad, se consigue un interesante ahorro de agua por parte de los más modosos (o modosas).

Y este modelo tiene hasta desodorante...


lunes, 1 de marzo de 2010

Las chicas de la pinkubira

Es habitual encontrar en el interior de las cabinas teléfonicas del centro (léase Roppongi, Ginza... ) unas tarjetitas (llamadas pinkubira o  ピンクビラ) con la foto y el número de unas sonrientes muchachas. Incluso aceptan tarjetas de crédito y hablan idiomas. Debe ser la globalización, digo yo...

Sin embargo, lo más curioso es que esa práctica, pese a ser una tradición, está prohibida, y bien claro que lo indican en la puerta de la cabina, aunque poco caso hacen.