Las cosas llevan unos días sin cambios significativos. No empeoran, pero tampoco mejoran especialmente. Al noreste, se siguen encontrando víctimas y los refugiados siguen en sus albergues. En la metrópoli, siguen con agua contaminada. Los supermercados tienen suministros, pero la gente se asusta por las noticias y arrambla con agua, por ejemplo. Curiosamente, hubo leche cuando se comunicó la contaminación de la misma. Al menos los niveles no son letales en absoluto, y sólo una acumulación conllevaría riesgo para la salud. De todos modos, es mucho más sencillo detectar radioactividad que cualquier contaminante químico.
Como digo, las cosas siguen igual, llevando electricidad a la central nuclear, retirando a los trabajadores cuando empieza a humear, y recibiendo radioactividad día tras día, porque aún no se sabe ni por dónde sale. La prioridad número uno debe ser detener estas emisiones. También se siguen regando los edificios de la central, o lo que queda, y por supuesto, seguimos con las réplicas.
Las ilustraciones que acompañan la entrada hacen ambas dos referencia a Godzilla. Una es del ya sospechoso habitual Hormigos-san. La otra es de Erlich. Se inspira en el conocido grabado La gran ola de Kanagawa de Katsushika Hokusai.
Scalaria se muda
Hace 7 años
Hormigos-san muestra una clara comprension del caracter de Su Radiactiva Majestad.
ResponderEliminarMe alegra mucho leer que estas bien. Un saludo desde Valencia.
ResponderEliminarBusco16v en mbfaq.
Vale acaban de pillarme los de la ofi que no estoy currando na de na, pero es que la viñeta de Enrique es en dos palabras: im-prezionante, jeje.
ResponderEliminarUn saludo,