Amabilidad japonesa

Hace un par de días me encontré al lado de mi casa, junto a un aparcamiento de bicicletas, unas macetitas que alguien había puesto a disposición de quien las quisiera, gratis total. Y es que así da gusto... por ejemplo, junto al punto de recogida de papel y cartón de mi edificio, hay un extintor. No sería nada sorprendente si no fuera porque está en la calle. Y por cierto, otro pollo se volvió a dejar el casco alegremente encima de la moto.

Plantitas para todos. Duraron dos días.


¡Viva la tranquilidad!