jueves, 12 de mayo de 2011

Refresco de sakuranbo

O de cereza, para entendernos. Aparte de un monísimo color rosa fosfi, tiene un sabor de lo más indescriptible. Algo de cereza, si, aunque imagino que hay que echarle imaginación, y el resto de cosas que asaltan tus papilas gustativas, no estoy seguro acerca de cómo describirlas. Al menos no es desagradable. Curioso, extraño, sorprendente... y no estoy seguro de probarlo de nuevo, ya que tampoco estaba delicioso que digamos.


5 comentarios:

  1. Cereza gaseosa... Solo de pensarlo se me revuelven las entrañas

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  2. Afrutado...
    Redondo en boca...
    Retrogusto a cereza del Jerte...

    Si no fuese porque en la etiqueta sale un pingüino empinando el codo, cualquiera diría que estabas catando un Chateau Saint-Emilion del 36...

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  3. Lo único que me gusta de cereza ...son las cerezas frescas...

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  4. ¡Arg! ¡Blogger se ha cepillado mi comentario!

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  5. Seguro que está hasta buena a pesar de ese color tan horroroso y a la vez sospechoso por ser igual al de mi friegasuelos... (Vale lo admito me encantó la Cherry Coke).
    Un saludo,

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