Parte de guerra: Dia 2

Me lo han confirmado, tengo gripe. No sé si española, porcina, aviar, o tipo A, B, C (vaya, parezco los Jackson Five). Anoche alcancé los 39 grados de temperatura. No es bastante para delirar, claro, pero los pensamientos se vuelven inconexos. Aproximadamente a las 5 de la mañana me encontré mejor, pues la fiebre bajó un par de grados y pude beberme un yogur líquido. ¡Qué manera de sudar!

Hoy por la mañana estaba casi bien, sólo algo de tos y garganta irritada, como un resfriado normalito. El médico me ha asustado un poco diciendo que a veces, el tercer día se produce una recaída. Veremos qué pasa mañana. Lo cierto es que a medida que se hace de noche la fiebre vuelve a subir. Ahora tengo sólo 37 y medio, pero hace una hora casi 38.

Por cierto, el sistema que han empleado para diagnosticar la existencia de gripe consiste en la introducción de un laaaargo bastoncillo por la nariz, hasta rascar más o menos donde el hipotálamo. Luego repiten el proceso por el otro orificio nasal. Ahora que la cosa está confirmada, me han recetado el famoso Tamiflu. Entre eso, que sigo con la medicación anterior hasta que se me acabe, y que por mi parte me estoy tomando un muy efectivo antibiótico para la garganta, así como un analgésico y antipirético, debo tener una fiesta química por mis venas. No es que me esté automedicando... el mismo médico me dijo que con lo grande que era podía doblar la dosis que me recetó o añadir mis hispamedicinas.

Ah, y el cachondo del médico va y se despide de mí llamándome Mr. Influenza. Manda huevos...