Intentando cumplir el encargo de Lo, dirigí presto mis pasos al supermercado Daiei más cercano en busca de los pequeños calamares secos, cuyo destino iba a ser ser impenitentemente deglutidos, con el fin de realizar un análisis y comentario que hasta ahora se ha resistido a los mayores intentos blogueros.
Siento decir que este primer asalto a quedado pospuesto por incomparecencia de los cefalópodos. Los busqué a conciencia, y entre otras cosas resecas, encontré lo siguiente:
Lote de Valom
Hace 7 años
Hohohoho qué bueno! Te otorgo el galardón al mejor post alimenticio que he leído sobre Japón! *¬*
ResponderEliminarEso sí que es arriesgado y no el fugu ^¬^U
Estoy con el dibujo, te lo tengo que pasar para que ilustres tu gran hazaña como dios manda en el post :D
¡Gracias, salerosa!
ResponderEliminar;)
Sinceramente entre este post , las setas y los kit kats empiezo a sospechar que tu dieta es mas desastrosa que la mía :P por cierto los ajos son buenisimos para la salud jejejej eso si para cuando luego no vayas a estar acompañado...
ResponderEliminarDebo reconocer que mi dieta no es todo lo equilibrada que debiera, y lo peor es que desde que estoy aquí no hago nada de ejercicio. Respecto a los ajos... si a ella le gustan, o es masoquista, puesss...
ResponderEliminar¿A las japonesas no les molan los ajos? O sólo es por el aliento? :P (jo, con lo buenos que están..)
ResponderEliminarBueno, imagino que les gustan un poco, pero comértelos como aperitivo, pues les echa para atrás... cosa lógica, por otra parte.
ResponderEliminarY si a ti te encantan, teníamos que hacer un encuentro ajil.
:D