sábado, 11 de febrero de 2012

Monte Kano, ramen picante y cosas de motos

Hoy he hecho una salida motera, que ha resultado harto interesante. He pasado por sitios nuevos, como el Aqua-Line, una combinación de túnel y puente que cruza la bahía de Tokio. He ido a la penísula de Bōsō, al este de Yokohama, cruzando la bahía.

El objetivo era comer ramen en un restaurante rústico. No antiguo, porque la decoración era de los 70. Los fideos son hechos a mano, y hay un número limitado de servicios cada día. Lo cierto es que no estaba mal, pero aunque pedí uno con poco picante, no me lo pude acabar...

El recorrido acabó en el monte Kano, uno de los puntos más altos de la península, que no se caracteriza por su altura media. En la moto también he experimentado cosas nuevas, como un par de shimmies o sacudidas violentas de la dirección con la rueda delantera en el aire, pero lo preocupante me ha pasado después.

Éramos un grupo de cuatro, y yo era el tercero. En un adelantamiento, el que me precedía redujo de repente su velocidad para volver a su carril, y de repente me lo encontré encima. Frené demasiado bruscamente y la rueda delantera se bloqueó. La dirección se cruzó varias veces, pero logré controlar la situación, ya que simplemente hay que dejar de frenar. Me aparté a un lado y luego volví a frenar para no alcanzar a un coche, pero ya controladamente. El que iba detrás de mí me dijo luego que fue de lo más espectacular, pues dejé una larga línea negra en el asfalto y  un montón de humo blanco, aderezados con un penetrante chirrido.


Cuando se bloquea la rueda delantera, lo normal es que la dirección gire y la moto caiga hacia ese lado. En mi caso la dirección osciló porque la tenía aferrada, y solté el freno inmediatamente. Un poco más y cato el asfalto japonés. Por cierto, aquí hay un vídeo donde podéis ver cómo se siente en primera persona. Está en el segundo 18.


En este otro vídeo podéis ver lo que pasa normalmente tras bloquear la dirección.



Y ahora veamos una selección fotográfica de la mañana:

 Ya comenté que no me pude acabar el ramen. Menos mal que también comí esto, lonchas de carne de cerdo sobre una base de arroz.

 He aquí el ramen interfecto.

 Vista desde el monte Kano.

Las monturas de los intrépidos. Falta uno, que después de comer tenía quehaceres y se marchó.

Cuando llegamos al restaurante, comprobé que hubo dos sacudidas sísmicas de magnitud 3 más o menos cuando tuve mis propias sacudidas, aunque no hay ninguna relación. Digo yo, vamos...

5 comentarios:

  1. Pues enhorabuena. por lo de poder controlar la sacudida, quiero decir. La comida parecia buena. me has dado hambre :P

    Y ya una duda: limite de velocidad en autopista japonesa...

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    1. Gracias mil. Hay muchas cosas que quiero probar en Japón, pero el asfalto no es una de ellas. ;)

      La comida es realmente buena. Lo malo es que no estoy acostumbrado al picante y no me pude acabar el ramen.

      En autopista el límite son 100 km/h, pero la velocidad que realmente suele seguirse son unos 130 km/h.

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  2. mmm Tengo ganas de probar el ramen...

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    1. Seguro que te gusta, porque además de las tres bases de sopa (soja, sal y cerdo), existen múltiples variantes y combinaciones.

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    2. Hmm vamos, cada pueblo tiene su receta.

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