lunes, 2 de diciembre de 2013

Los problemas de lo homófono

Como muy bien dice el diccionario de la RAE, que para estas cosas es más mejor que bueno...

homófono, na.
(Del gr. ὁμόφωνος, de ὁμός, igual, y φωνή, sonido).
1. adj. Ling. Dicho de una palabra: Que suena de igual modo que otra, pero que difiere en el significado; p. ej., tubo y tuvo, huno y uno. U. t. c. s. m.

Dicho esto, existen numeros casos de homofonía entre palabras españolas y japonesas, pero hoy vamos a ver tan sólo un par de ejemplos, a la par que examinamos sus kanji. De hecho, nos centraremos en un par de apellidos.

Vamos con el primero, compuesto por dos kanji. Helos aquí:


Este ejemplo es sencillito, porque los kanji también lo son y además son bastante gráficos a la hora de representar gráficamente su significado. El primer carácter significa montaña y se lee yama, mientras que el segundo significa campo de arroz, y en este caso se lee da, con lo que tenemos el campo de arroz de la montaña. Curiosa e inofensiva homofonía al pronunciar el apellido.


Vamos ahora con nuestro segundo ejemplo, no tan inocuo:

金谷

El primer kanji significa oro, y tiene varias pronunciaciones. En el caso en que nos ocupa, se lee kana. El segundo kanji significa valle. Existen tres diferentes kanji para referirse a valle, y la pronunciación habitual es tani, pero para este apellido tan majo, valle de oro, se usa otra pronunciación... ya. Con esto se comprueba que la homofonía resulta, en ocasiones, peliaguda.

Haría algunos chistes facilones al respecto, pero estoy seguro de que podéis vosotros solitos. :P


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