viernes, 31 de julio de 2009

Durmiendo en el tren

Me he percatado de que mucha gente cae fulminada en cuanto se sienta en el tren. A mí no me pasa siempre, pero sí es cierto que a veces te entra una ligera modorra y das una cabezada. En mi caso me suelo despertar en cada parada, y es algo que le sucede también a la mayoría de la gente. Algunos abren los ojos, otros simplemente yerguen la cabeza para escuchar el nombre de la estación, y también están los que parece que estén en coma.

Veamos una galería de personal en brazos de Morfeo:










jueves, 30 de julio de 2009

Coincidencia de logos

Hace poco vi un cartel que me llamó la atención. Trataba sobre un museo ferroviario, pero no era su temática lo que me atrajo, sino su logo. No es que sea especialmente elaborado, pero es clavadito al empleado en la película de 1984 Dune, de David Lynch. En ella es el símbolo de la Cofradía Espacial, y creo que está claro que ha inspirado al diseñador del logo del museo.

El cartel de que os hablaba.


Primer plano del logo del museo, extraído de su web.


Y captura de pantalla de la película, con el logo de la Cofradía.


miércoles, 29 de julio de 2009

Cómo se aparca un coche en Japón

El estacionamiento resulta un problema en ciudades como Tokio o Yokohama, las dos mayores de Japón, que además están juntas. No es tan fácil estacionar en la calle, debido a que en la mayoría de ellas no está permitido. Lo habitual es tener un plaza de aparcamiento propia, si tienes una casa unifamiliar, o alquilar una si vives en un apartamento.

Eso te soluciona el problema cuando vuelves a casa, pero... ¿cómo aparcas cuando te desplazas? Si consigues encontrar uno de los poco sitios donde se puede estacionar en la calle, muchos de ellos están regulados, es decir, tienes que adquirir un boleto por el tiempo que vayas a estacionar, más o menos como pasa en muchas ciudades españolas.

Lo curioso son los aparcamientos, que suelen ser de tres tipos. Uno es un edificio dedicado exclusivamente a almacenar coches, que son cargados en una plataforma y llevados hasta su plaza. No puedes usar el coche para llegar allí porque no hay físicamente espacio, lo cual hace estos aparcamientos mucho más compactos que los europeos.

Otro sistema es empleado en comunidades de vecinos, donde una plataforma mantiene un coche encima de otro. Doblas el espacio disponible, pero el de arriba siempre tiene que llegar antes y marcharse después que el de abajo, aunque también es una solución para almacenar un coche.

El sistema más curioso es además el más extendido. Consiste en un aparcamiento en superficie, habitualmente pequeño, con unas pequeñas plataformas en el suelo. Tras estacionar, la plataforma se eleva e impide que el coche se mueva. Para desbloquearla, sólo hay que pagar. Hay dos sistemas, uno eleva la plataforma por delante del coche, impidiendo el avance, y otro por debajo, con lo que cuando la rueda llega ahí, también impide el avance.

Aquí es donde pagas, para que la plataforma baje y te puedas marchar.


Esta la plataforma del tipo que se eleva por debajo del coche.


Y esta es del tipo que se eleva por delante del coche.


Plataforma giratoria para entrar en el garaje de un apartamento.


Aparcamiento apilado, en este caso, triple.


martes, 28 de julio de 2009

El museo del ramen

Entre las muchas cosas que te puedes encontrar en Yokohama, está el Museo del Ramen. Está dividido en dos secciones, una de ellas es el museo en sí, donde se cuenta la historia del ramen en Japón, y se muestran ejemplares de ramen instantáneo desde sus inicios en 1958 en evolución cronológica. También hay una tienda de recuerdos, claro está. Recuerdo que en mi primera visita, hace unos cinco años, también tenían un carrito de los que se empleaban para vender ramen por la calle de forma ambulante, pero ahora ya no está.

La segunda sección es más grande, y me atrevo a afirmar que más interesante. En el sótano hay un gran espacio abierto simulando una plaza de una ciudad japonesa de 1958, precisamente cuando se creó el ramen instantáneo. Hay una plaza central y un primer piso, con restaurantes en ambos. Se accede a los de la plaza desde el interior de la misma, y a los superiores a través de una calle que los rodea por fuera.

La ambientación exterior es simplemente perfecta. Realmente parece que hayamos retrocedido 50 años en el tiempo. Incluso hay otra tienda de recuerdos, pero también ambientada en la época. Hay dos accesos a este área, uno lleva directamente a la plaza y el otro a la calle del primer piso, por cierto, atravesando unos baños públicos simulados que dan el pego por completo.

En los restaurantes nos podemos encontrar variedades de ramen de todo Japón. De hecho, para poder degustar más de una especialidad, existe la opción de seleccionar una ración pequeña.

En suma, es una visita plenamente recomendable.

Una de las calles del piso superior.


Otra más, con chōchin incorporado.


El primer ramen que me tomé.


El segundo.


Y el tercero, que no fue el último. Tomé cuatro, y el último, aunque casi no me lo pude acabar, fue el que más me gustó.


lunes, 27 de julio de 2009

Kanji relacionados

A medida que uno va aprendiendo japonés, y en mi caso, cuando dejo de darme cabezazos contra la pared, se empiezan a apreciar los significados incluidos en los kanji. A veces la idea se pilla rápidamente, otras cuesta más, y en algunos casos uno piensa en qué se estaba fumando el que relacionó un concepto dado con un kanji en concreto.

Volviendo a los más fáciles, veamos algún ejemplo. Esto es lluvia:



Hasta cierto punto, se interpreta que los trazos pequeños representan la lluvia. El marco en que se incrustan esos trazos no es un kanji. Hay uno parecido, ciudad o municipio, pero no tiene relación.



Vamos ahora con los kanji relacionados con la lluvia. ¿De dónde viene la lluvia? Pues de una nube, evidentemente.



Y donde hay lluvia, hay rayos y truenos:



Que caen encima de, curiosamente, un campo de arroz.



Pero si hace frío, no cae lluvia, sino nieve.



Y cuando un rayo cae a tierra, tenemos electricidad.



Apasionante, ¿verdad? Por cierto, como no se aprecian especialmente bien, incluyo una imagen con los kanji en tamaño superlativo.

domingo, 26 de julio de 2009

El pachinko de James Bond

Pensar en James Bond, el agente 007 al servicio secreto de su graciosa majestad británica, automáticamente nos hace pensar en riesgo y aventuras, pero como el pobre hombre también tiene que relajarse de vez en cuando, pues lo pensamos rodeado de atrayentes féminas y gastando millonadas en los casinos.

Uno no se lo imaginaría sentado delante de un pachinko, metiendo bolitas en la máquina, ¿verdad? Pues parece que por aquí se lo imaginan así, y si no, que me expliquen el porqué del nombre.

El glamour se pierde, pero donde esté el vicio...


sábado, 25 de julio de 2009

Las meidos modosas

El otro día en Akihabara había más meidos de lo habitual, así que decidí sacar alguna foto, en contra de mi costumbre. Sin embargo, pasó algo curioso. Cuando la saqué (la primera foto, quiero decir), las chicas no se percataron de ello, pero como pasaba mucha gente, decidí hacer otra. Aquí se dieron cuenta de mis intenciones, y con una hábil maniobra coordinada, una dobló la esquina y la otra se colocó detrás de un poste, imposibilitando la inmortalización.

No sé porqué no se dejaron, pero no me preocupé especialmente. Tampoco íbamos a estar jugando al gato y al ratón...

Esto fue lo primero que vi.


Así que decidí usar la cámara y sacar una mejor foto.


Pero no estaban por la labor...


Así que fotografié cosas que no se movían.


Aunque estas dos ya las tenía de antes.


viernes, 24 de julio de 2009

Paella negra

Hoy he visitado Casa Vella, el restaurante que está al lado de Tapa Tapas. En realidad, ambos restaurantes comparten la cocina y están comunicados. La diferencia es el estilo. Se supone que en Casa Vella se centran más en carnes a la brasa, pero la verdad, no me pareció especialmente apetitoso lo poco que tenían en la carta, así que tras unas tapitas, me aventuré nuevamente a la sección de paellas.

Sólo hay cuatro: la normal, de marisco, mixta y... tacháaaaan... ¡la paella negra! Ese nombre suena a sociedad secreta, víctima, desodorante o grupo subversivo, pero encima está equivocado. Hasta que lo incluyeron en esa carta, a la paella negra se la ha llamado siempre arroz negro.

Como siempre, le han puesto la herejía de los guisantitos y pimientos variados, pero tras apartarlos oportunamente, el resto hace justicia, y el sabor más o menos acompaña. He echado en falta un poco de ajo-aceite, pero al menos he disfrutando rascando el arroz pegado al fondo de la paella, el socarrat, como yo.


Disfruté rascando con el tenedor, y eso que te daban una cuchara...


jueves, 23 de julio de 2009

Va de corazones

Los corazones son algo que te encuentras por muchos sitios en Japón. No sólo en detalles, como los ojos del broche-calavera de Hello Kitty de la semana pasada, sino en cosas mucho más aparentes. Por ejemplo, ayer hablé de Puré, unas gominolas (gracias por el aviso, Nora). Pues a ver si adivináis la forma que tienen.

He aquí el paquetito de Puré, más manejable que el tarro mostrado ayer.


¡Mira Lo! ¡Corazones!


Pero si necesitas algo más consistente, prueba con ésto.


Y aunque a la izquierda del perrito hay una tarta con forma de corazón, el protagonismo se lo lleva este pelocho. Está tan bien hecho que da lástima clavarle un cuchillo y trocearlo, ¿verdad? A ver si tenemos problemas con PETA...


miércoles, 22 de julio de 2009

Más nombres curiosos

Este es genial. De Martes y Trece totalmente.


Este, tomado desde el Yurikamome, casi habría que calificarlo como desafortunado.


No es que el batiscafo sea una KK... eso son las siglas de Kabushiki Kaisha, más o menos, Sociedad Anónima.


No, no es puré... ¡son gominolas!


Y la maido la pongo porque me ha hecho mucha gracia. :)


martes, 21 de julio de 2009

Aún más cosas que me bebo

No he hecho uno, sino dos repasos al bebercio que me echo al coleto por estos lares, y creo que la cosa va para largo. Vamos con el tercero, que no hay dos sin tres, en este caso centrado en refrescos:

Este lo hubiese incluido en los nombres curiosos si no fuese porque ya llevaba tiempo en España. Aquí lo han lanzado hace poco. De hecho me gustaba mucho. Lo malo es que allí había además de esta una variante con hierbabuena, que me gustaba mucho más. A ver si la sacan con shiso por aquí.


He aquí una de tantas "cider", que no son más que gaseosas dulces. Esta además tenía un toque afrutado que no me acabó de convencer.


La que más me ha llamado la atención es esta Pepsi. Aunque tiene el color de un lavavajillas, el sabor es de Pepsi, pero además con un regusto a shiso, una hierba de por aquí similar a la hierbabuena. A mí me ha gustado mucho, y además el sabor se nota, no hay que intuirlo como en la Coca-Cola de té verde.


Fanta también ha sacado su "cider". Está buena, pero no encuentro mucha diferencia entre las distintas marcas. Tendré que insistir, como decía el de la tónica Schweppes.


Ah, y por el otro lado aparecen logo y tipo de bebida en katakana.


lunes, 20 de julio de 2009

Hay mucho chōchin en Japón

Y no sabéis la ilusión que me hace. Aunque dada su naturaleza se trata de algo delicado, lo bueno es que aquí no hay ningún reparo en mostrarlos. De hecho, es un orgullo el enseñarlos, y el que los vea el mayor número de personas posible, al tiempo que hacen comentarios sobre el mismo es un motivo de orgullo. Debo reconocer que esta costumbre me sorprendió gratamente, y pasé a ser un admirador más de todo chōchin que puedo ver por Japón, que suelen ser muy bonitos.

Mmm... alguna cara rara imagino, y creo que sé porqué. Me temo que alguien se ha confundido de término. Un chōchin, hiragana ちょうちん, kanji 提灯 es un farol de papel, usualmente empleado como publicidad. Quizá alguien estaba pensando en el Chochín Común, claro... como si lo viera...


Montones de ellos en Yasukuni.


No se vayan todavía, aún hay más, que decía Súper Ratón.


Con iluminación nocturna.


A la entrada de un izakaya.


Y en plan artístico.


domingo, 19 de julio de 2009

Mitama matsuri en Yasukuni

Yasukuni es un santuario donde se veneran los espíritus o kami de todos los soldados caídos en combate desde la restauración Meiji, incluyendo a las tropas coloniales coreanas y taiwanesas. Junto al santuario hay un museo dedicado a todos los conflictos en que Japón se ha visto envuelto desde la citada restauración, destacando especialmente la Guerra Ruso-Japonesa, las dos con China y por supuesto, la Segunda Guerra Mundial.

El 13 de julio se celebró el festival de las almas/espíritus, venerándose el recuerdo de todos estos caídos. Ha resultado ser bullicioso, como todo matsuri que se precie, además de caluroso. Mirad, mirad...

El Frente de Juventudes bailando.


Perspectiva del festival, y chicas con yukata.


El último torii antes de la entrada al santuario.


El super-abuelo tenía más energía preparando pulpo que yo comiéndolo, que ya es decir.


Más chicas con yukata.