Este es de apoyo a las familias de los secuestrados por Corea del Norte. Del mismo modo que hace unos siglos te echabas una siesta en una playa levantina en España y te despertabas de esclavo en Argel, por estas tierras, en las costas orientales podías ir al kombini y acabar en Pyongyang tras ser secuestrado por un comando norcoreano.
Especialmente delicado este, avisando del timo telefónico contra los abuelitos. Desalmados se hacen pasar por un familiar que ha tenido un accidente y necesita dinero, para sacarles lo que pueden. Miserables...
Aquí te animan a que denuncies a cualquiera que te parezca que está en la lista de buscados. Sin dudar. Por si acaso. Que más vale pedir perdón que permiso.
Y el control de armas que no falte. Aunque donde esté una katana...