Caramba, más de un mes sin escribir, y luego dicen que Internet es un vicio. Si lo es, parece que no es de los míos, la verdad. En fin, se me acumula el material para comentar, como progresos maquetiles, fotos curiosas de nombres y productos, mi segunda excursión amotil y otras, pero hoy vamos rápidamente con una breve, por que no merece más, entrada sobre la recepción del 12 de octubre en la embajada de España en Tokio.
Dejando aparte el hecho de que los cuatro que conozco no estaban, lo más importante es que no había chistorra. Las vituallas furon de lo más decepcionante, tan sólo unas tristes lonchas de embutido y un arroz amarillo que llamaban paella. Al menos había algunos dulces , entre los que destaco las yemas de Caravaca, que fueron convenientemente deglutidas y apreciadas por mi parte. También había churros y chocolate para acompañarlos, pero con las yemas tuve suficiente azúcar.
Resumiendo, muy mal. Cada año ha ido a menos, y miedo me da ver lo que harán el próximo.
Scalaria se muda
Hace 7 años
¡Calla loco! A ver si lo que quieren es espantar a los residentes...
ResponderEliminarPues eso.
ResponderEliminarSin chistorra no es igual, dónde va. Se ve que este año ha ido alguien de Murcia en lugar del habitual de Pamplona. Qué país de celtíberos...
ResponderEliminarJOdooo, que este año ni YO pude ir,
ResponderEliminarel que viene mejor juntémonos en YOYOGI y hacemos un dia de la hispanidad DE VERDAD
Pasando de la embajada igual que ellos pasan de nosotros
A juzgar por vuestros comentarios y por cómo está el percal, temo que el año próximo tirarán un par de puñados de maíz al suelo al tiempo que exclaman "piiiiiitas, pitas, pitas, pitas..."
ResponderEliminarEl año que viene, cena de sobaquillo en la embajada española.
ResponderEliminarY el bocadillo, de chistorra.
Con 2 coxones.