Tifón+escaleras+gravedad=pupa

Se han unido toda una serie de factores que han contribuido a mi actual estado, pero pongámonos en antecedentes. En primer lugar, hasta hace un rato estaba lloviendo con ganas, debido a la proximidad de un tifón. En segundo lugar, hay edificios cuyas escaleras están en el exterior, y parecen las típicas de emergencia, es decir, son totalmente metálicas. Luego tenemos esa cosa que se llama gravedad, y que hace que todo baje, menos los precios.

Si juntamos esos tres elementos con un elemento más, concretamente yo, tenemos este diálogo mental:

- Habrá que tener cuidado. Esto parece que está muy resbalad...

Y acto seguido fui teletransportado al rellano. No recuerdo haber viajado tan rápido ni al hacerlo en avión, pero pese a ello, mientras iba rebotando por los escalones, y en uno de esos extraños efectos de dilatación temporal, me dio tiempo de pensar exactamente a esto me refería.

Bueno, las consecuencias no han sido serias, y las escaleras se podrán seguir usando en cuanto acaben de retirar esas especialmente viscosas y adherentes vísceras que no hay quien quite.

Penco

He encontrado esto de rebote. En mi triste trajinar maquetil he intentado reescribir las líneas que simulan los diferentes paneles del fuselaje de un avión eliminadas tras un lijado. El sistema que amablemente me detalló Jesús emplea cinta DYMO, de la clásica, y me dirigí a comprar una. No encontré un único recambio, sino un lote de cinco o seis, que costaban casi lo mismo que una troqueladora con una cinta.

Dado que tampoco necesitaba cantidades desmesuradas de cinta, opté por comprar la troqueladora, y me sorprendió lo curioso de su nombre. Como curiosidad, mencionaré que no está hecha en China, pero tampoco en Japón. Es coreana.

Cuidado con el perro hambriento

Cuando vi este cartelito, pensé que hacía referencia al perro del afilador, que engullía las chispas para comer algo caliente... pero se trata de algo más común, el típico aviso que ya ponían los romanos: cave canem.

Dice: "cuidadín".

Mucha, mucha policía

Y no me refiero a la canción de Sabina o a la de los Mojinos, sino a que, realmente, hoy Yokohama estaba tomada por la policía. En mi breve trayecto desde mi humilde morada hasta la estación paso por dos koban, uno de ellos indefectiblemente desierto, pero grosso modo, hoy me he cruzado con más de 15 policías, y todos fuera de los koban. Ello es debido a la celebración del APEC, Asia-Pacific Economic Cooperation, o Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico.

 Aquí vemos a un  intrépido motorizado.

 Desde la misma posición, vemos tres más un poco adelante, con casco blanco. Justo enfrente, al otro lado del cruce y a la derecha de la foto, fuera de imagen, había otros tres, apostados todos ellos en postes de comunicación.

Y aquí otra pareja patrullando por los andenes.

Buzones japoneses

Así son los buzones domésticos de un bloque de apartamentos. Es curioso el detalle de que se dispone también de unos buzones superlativos en los cuales depositar paquetería. Estos últimos se abren mediante un código que debe ser pulsado en un teclado, mientras que los buzones domésticos tienen una rueda, en la que se debe discar la combinación oportuna.

Como se puede comprobar, la rueda es alfanumérica, para aumentar el número de combinaciones.

Y estos son los destinados a envíos voluminosos. Sabemos si tenemos algo para nosotros consultando la pequeña pantalla, en donde aparece nuestro número de apartamento si hemos recibido algo.

Y como curiosidad, así son los buzones de la calle, donde echamos las cartas en lugar de recogerlas.

Adiós a los bichos

Y literalmente además, ya que el producto se llama mushi bai bai. Además, el blíster es de lo más kawaii.

Boniato caramelizado

Es muy común en ferias y otros festejos la típica manzana cubierta de caramelo. Cada vez que pasaba por la estación de Ebisu, mi naricita se veía estremecida por el olor de boniato, o Ipomoea batatas, como dicen en Wikipedia.

Tras decidirme a comprar un ejemplar, cosa difícil, puesto que había un buen surtido, me hice con unas tiras de boniato, que además de rebozadas estaban rebuenas. Tengo que seguir probando el resto de opciones...

La papa

Sin connotaciones religiosas, dado que entonces sería papisa.

Cafetería italiana

Hace poco descubrí una cafetería italiana en la estación de Ebisu. Lo cierto es que el café es un poco caro, aunque en la línea habitual por estos lares, pero tienen un buen surtido de bocadillos, que disfruto con fruición.

Cubertería especializada

He aquí dos tipos especiales de cubiertos. Uno de ellos son cucharas para zurdos y diestros. Ya ves, toda la vida usando el modelo ambidextro y resulta que aquí se podía elegir. El otro modelo es aún más práctico: el tenedor ondulado. Impide que los guisantes caigan tras cargarlos, y el ramen o los spaghetti quedan perfectamente asegurados. En fin, cosas veredes, Sancho, que non creeredes, cita esta que, aunque suena bien, no aparece en el Quijote, del mismo modo que Sherlock nunca dijo lo de elemental, querido Watson...

Cabezas de animales expuestas

Tal y como lo digo. Y lo cierto es que no me da repelús. Al contrario...

No hubo chistorra...

Tras la asistencia al magno evento, mi gozo en un pozo. No hubo chistorra. Al menos hubo un sustituto más o menos eficiente, pinchitos y bocadillitos de lomo adobado. No es lo mismo, no es lo mismo... pero también estaba bueno.

Haciendo un repaso a la fauna que se presentó, en el exterior nuevamente se vio una concurrida asistencia de coches oficiales de embajadas. Se ve que al personal consular le gusta comer. Entre lo curioso, aparte de los señores de color, de color negro, quiero decir, uno de ellos llamó poderosamente la atención, no sólo por su altura sino también por su atavío, que me recordó al de los miembros de Afrika Bambaata en sus buenos tiempos.

Había suelto por ahí un tierno infante que me recordó vivamente con su actitud y modales al reflejado por el insigne Pérez-Reverte en este artículo. Y los hermanos mayores parecían altos rangos de un capítulo de los Latin King... qué cosas...

Por supuesto, las cosas típicas, como gente trajeada que parece que llevase una semana sin comer, y conversaciones vacías cogidas al vuelo, alguna en alemán y todo.

No me encontré con muchos conocidos. Un rápido recuento incluye a Lorco, una jefa y una ex-alumna, que me presentó a su novio, hijo del dueño de uno de los restaurantes españoles más antiguos. Y gracias a él conocí a uno de sus ex-empleados, que ahora tiene su propio restaurante. Pues ya tengo dos sitios más que visitar.

Y sin más demora, ni Jaime de Aragón, pasemos a la fotogalería:

Patatas fritas con chocolate

Extraña combinación donde las haya, pero pese a mis iniciales reticencias, resulta que está bueno y todo. Además ahorras tiempo, porque te comes el aperitivo y el postre a la vez.

Mono mordedor, poco ladrador

Pues resulta que el mono que estaba aterrorizando Mishima y poblaciones aledañas ha sido capturado. La criaturita ha atacado nada menos que a 117 personas, y la captura ha tenido gracia: tras meterse en una casa por la ventana, los dueños consiguieron encerrarlo dentro. Cuando vinieron veterinarios, la policía, el ejército y Mazinger Z a capturarlo, el muy jodío se había escondido dentro de un armario. No era tonto, no... aquí tenéis unas fotos del reo enjaulado y un breve comentario de la heroica fazaña.

Edificio roto

Aunque el envase de ayer decía que estaba roto, pero estaba entero, este edificio sí que parece que esté roto.

Envase roto

Pero yo lo veo de lo más entero, digan lo que digan...

Por cierto, es un colirio.

Tres leches

Hay una tienda de dónuts a la que últimamente me he malacostumbrado a ir, porque esas bombas de colesterol deben acabar taponando nuestras arterias, aunque el tocinito del jamón también, y ya que al final nos vamos a morir, pues mejor hacerlo a gusto, ¿verdad? No tiene caso el ser el cadáver más sano del cementerio...

Tras este necrológico apunte, vuelvo al tema que nos atañe, que es un donut de Doughnut Plant. De entre su variado y dulcísimo catálogo, no he podido evitar el mencionar uno de ellos, el que da título a la entrada. Y se llama así, ¿eh? Ni Three Milk ni 三牛乳 ni leches, valga la redundancia. Como mucho lo ponen también en katakana トレス レチェ para leerlo fonéticamente como toresu reche.

Claro objeto del deseo. En su web está aquí, abajo del todo.

Para llevar (II)

Estas dos guapas y simpáticas mozuelas nos están anunciando una interesante iniciativa. Ellas llevan su propia termobotellita, donde pueden almacenar los cafeses servidos en los establecimientos anunciados a la derecha. De ese modo se ahorra en envases. Buena iniciativa, ¿eh?

Y además, a la chica de la derecha le veo un sorprendente parecido con Bai Ling.

Reparto a domicilio

Esta simpática vaca, que llama nuestra atención a viva voz, nos informa de un servicio que tiene una cooperativa agraria, mediante el cual se sirven los productos directamente al consumidor sin pasar por intermediarios, y por consiguiente, con un precio más reducido.