lunes, 29 de junio de 2009

Más cosas que me bebo

Y esta vez le toca a los cafeses. Siento decir que no es muy habitual encontrar la típica cafetería donde degustar un café y un croissant. Haberlas haylas, pero no son comunes en absoluto, y además, caritas, eso por no mencionar que el café por aquí sigue el estilo americano, que es un aguachirli sin fundamento. Para tomar un café de verdad hay que recurrir a alguna cafetería italiana, donde puedes tomarte un auténtico espresso.

Por eso, y cuando no tengo un Segafredo cerca (la mayoría de las veces), si necesito mi dosis de cafeína (más o menos cuando me entra la narcolepsia en una clase) recurro a las ubicuas máquinas expendedoras (que aquí se llaman jidouhanbaiki, o para que nos entendamos mejor, 自動販売機), donde hay un gran surtido de cafeses: sólos, con leche, dulces...

Vean, vean...

Ahí detrás del cappuccino podemos apreciar lo último en tecnología multimedia de Sony. Lo último en 1982, claro.


Éste no recuerdo si me gustó o no. Si al menos no recuerdo espasmos tras beberlo es que debía ser pasable.


Aunque el sabor de éste último no es para echar cohetes, al menos te dan el doble de ración por el mismo precio.


domingo, 28 de junio de 2009

Cosas que me bebo

Y es que no sólo de comida vive el hombre, en este caso yo. Existe una serie de refrescos por estos lares que son desconocidos en las Españas, y que yo, todo sacrificado, pruebo sacrificadamente para poder ofreceros un sacrificado informe, en condiciones, además. ¡Vamos allá!

Empecemos por algo suavecito, como el agua. Tal y como indica la etiqueta, el agua es de agua, afortunadamente...


Sigamos con una Fanta de uva, pero no una uva cualquiera, no... es uva moscatel.


Y acabemos con la celebérrima Coca-Cola sabor té verde. En realidad sabe a la de toda la vida con un par de terrones de azúcar dentro. No sé si será mi imaginación, pero como como regusto final y muuuuuy al fondo, parece que un poquito a té verde sí sabe, pero igual es mi autoconvencimiento de que tiene que saber algo a té verde.


sábado, 27 de junio de 2009

Etiquette shaver

O lo que es lo mismo, naso-afeitadoras. Y por la parte de dentro, para hacerlo más difícil. El hirsutismo nasal no creo que sea un problema muy típico de Japón, por que el pelo no es que sea excesivamente abundante por aquí, pero por si acaso, existe un buen surtido de afeitadoras, como aquí se puede comprobar.

Según la ilustración, hay gente con más pelo en la nariz que en la cabeza.

Esta máquina me recuerda al aparato que se mete Schwarzenegger por la napia en Desafío Total, pero en pequeño.


viernes, 26 de junio de 2009

Examen de conducir... trenes

A no ser que sea más conveniente usar otra parte de un tren para viajar en el mismo (por ejemplo, para que cuando al abrirse las puertas estés justo delante de las escaleras), intento ir en el último o en el primer vagón, para mirar hacia delante (o hacia atrás, claro).

Divagaciones aparte, y mientras miraba hacia delante en el primer vagón, vi algo curioso. Los conductores en ocasiones suelen apuntar a los diales y decir cosas, aunque estén solos. Otras veces apuntan al frente o a alguna señal, y también dicen algo. Quizá se estuviesen quedando conmigo, pero me atrevo a colegir que se trata de indicaciones. Bueno, el caso es que en esta ocasión, el conductor lo estaba haciendo en un plan mucho más teatral. Mirando con un poco más de atención me percaté de que el velocímetro estaba cubierto y no se veía la velocidad a que iba el tren, y luego vi un segundo conductor que retiraba la plantilla opaca del velocímetro al acercarse a las estaciones, para colocarla de nuevo al salir.

Por lo visto el conductor tenía que mantener la velocidad constante midiendo los indicadores de potencia y el reloj, calculando el tiempo entre señales. Digo yo, vamos, porque si no, a saber cómo se las apañaba. El caso es que todos sobrevivimos.

Aquí vemos al intrépido conductor. El examinador estaba justo a su espalda.


El disco negro es la plantilla que se colocaba sobre el velocímetro. Siento la calidad de la imagen, pero el cristal estaba ahumado.


jueves, 25 de junio de 2009

La prisa es mala consejera

Y para demostrarlo, basta con fijarse en la fémina que hoy me he encontrado en la estación de Akihabara. La buena mujer llevaba todavía prendida a su blusa la etiqueta con el precio, talla, código de barras y otras informaciones surtidas.

Estuve pensando en decirle algo, pero me contuve por un doble motivo: no sé cómo decirle en japonés que no le ha quitado la etiqueta a la blusa, y me sabía mal la vergüenza que pasaría al darse cuenta. De todos modos, luego he hecho mi buena acción del día al ceder mi asiento en el tren a una amable ancianita, que hasta me ha dado las gracias y todo al bajarse en su estación.

Para mí que había una cámara oculta o algo... es demasiado exagerado.


lunes, 22 de junio de 2009

Yakitori en Shimbashi

Siguiendo con el repaso de las cosas que me como, hoy le toca al yakitori (やきとり). Básicamente se trata de unas brochetas de pollo y verduras, pero lo curioso es que se aprovecha absolutamente todo del pollo, la piel, el cartílago, los higadillos... todo. De ahí el origen etimológico de pájaro asado (tori y yaki, respectivamente). Suelen incluirse también algunas variantes con carne de cerdo, pero el pollo frito es el rey, y no hablo de Ramoncín.

Lo tomé en un pequeño bar ubicado en un primer sótano de un edificio comercial frente a la estación de Shimbashi. En toda la planta casi todos los locales eran restaurantes, y me llamó la atención que a la entrada de cada restaurante hubiese una chica de buen ver que te animaba a entrar en su establecimiento. De hecho, algunos pubs se alternaban con los restaurantes, y posteriormente me enteré de que el lugar es frecuentado por los salaryman cuando salen de trabajar. Hacen bien, los pobres. Hay que cuidarse...

Siento no haber tomado más fotos, pero me emocioné comiendo y...


domingo, 21 de junio de 2009

Soba

Descubrí el ramen en mi primer viaje a Japón, en 2003, y fue un flechazo. Intenté tomarlo tanto como pude en mis sucesivas visitas, pero curiosamente, no llegué a probar algo mucho más japonés, como es el soba.

De hecho, mi primer contacto con él fue una experiencia desagradable. Hacía calor pues era verano, y tomé una de las variantes, la fría. No me gustó. Estaba tan acostumbrado al caliente ramen que lo rechacé de plano.

Volví a intentarlo en mi penúltima visita, y sorprendentemente, me gustaron. De hecho, ahora disfruto más del soba que del ramen. Me parece más ligero, y pese a la sencillez de los ingredientes, más sabroso. Además, cuando acabas con los fideos, te sirven una jarrita con el agua con que se han hervido (sobayu), que mezclas con el condimento líquido en que has remojado previamente los fideos antes de comerlos (soba tsuyu). El resultante es una sopa que reconozco bebo con fruición y deleite sumos.

Este se toma caliente. Cuando acabas, metes el soba tsuyu en el cuenco.

Y esta es la versión fría, agradecida en verano.


sábado, 20 de junio de 2009

Día E, Gundam y ramen

Hoy ha sido un día de lo más completo. Primero me he ido al Instituto Cervantes, que hoy estaban de celebración. Entre otras cosas he visto la flamenca actuación de mi amiga Sayuka, una chica muy guapa y muy simpática que conocí casualmente en el tren.

Luego me fui a ver el Gundam de Odaiba, que ya tocaba. Aproveché para tomar unas fotos desde la parte trasera del Yurikamome, que la delantera ya la tengo muy vista. El robot, muy majo y grandote. Como llegué ya haciéndose de noche, ví los efectos de luz, aunque en el rato que estuve no soltó humo por las toberas, aunque al menos movió la cabeza.

Por último, dirigí mis pieses a un centro comercial inmenso que está allí mismo, llamado Aqua City, y que tiene una estatua de la libertad al lado. En la zona de restaurantes hay un pequeño museo del ramen, en el que se han reunido varios restaurantes de diversas localidades japonesas, cada una con su estilo. Finalmente he elegido el típico de Tokio, que curiosamente aún no había probado.

Puedo prometer y prometo que eso era el auditorio del Instituto Cervantes en plena actuación flamenca. Siento la calidad de la imagen, pero mi camaramóvil no da más de sí cuando no hay iluminación.


Domo arigato, mister roboto.


Y también por detrás.


Aquí los chefs vendiendo las excelencias de sus creaciones.


Y el que finalmente fue uno conmigo.


viernes, 19 de junio de 2009

La clínica más pequeña del mundo

Hela aquí, realmente diminuta. Y aunque yo viví durante largo tiempo en un apartado de correos, me ha resultado imposible pasar consulta. Al menos puedo ir tirando de un hilajo que asoma. A ver si es de las medias de la enfermera...

Si ya lo dice arriba.. entrar ahí es un "lión".


miércoles, 17 de junio de 2009

Casio EX-word XD-SF7500

O dicho más claramente, un diccionario electrónico. En lugar de malgastar (?) el teigaku kyufukin el vino y mujeres, o en uno de esos demoníacos aparatejos portátiles construidos por Sony o Nintendo, he decido hacer una inversión de futuro y comprar algo de provecho.

Lo cierto es que es muy útil y completo. De hecho, demasiado, porque no puedo utilizar todas las funcionalidades que ofrece, debido a que la interfaz está totalmente en japonés. Al menos ya puedo usar los diccionarios con más o menos soltura. Me gusta especialmente la posibilidad de escribir los kanji. Según las pruebas que he realizado los reconoce mejor que las letras del alfabeto.

Y tiene retroiluminación.


martes, 16 de junio de 2009

Hotel Sarasa

Volvía yo atravesando la procelosa noche a mi humilde morada, cuando, entre los múltiples rabu hoteru (que el nombrecito también se las trae) que rodean la estación, me fijé en el nombre de uno en concreto...

Y es que a veces, me ponen fácil el encontrar cosas curiosas...


Para mí es una prohibición de entrada, pues.


lunes, 15 de junio de 2009

Intrépidos bomberos

Me llamó la atención el kawaii diseño de esta tapa metálica. Con la habilidad que me caracteriza, y de la que siempre hago gala, deduzco que debajo habrá un acceso a una línea de agua de alta presión para que los bomberos enchufen sus mangueras. Puntualizo: las del camión.

Por ahí abajo asoman mis pieses, que también querían salir.


domingo, 14 de junio de 2009

¿Agua? ¿Bourbon?

Cuidado, porque si te pides por aquí un bourbon con agua, igual esperas sacudirte un lingotazo doble... y te bebes un vaso de agua.

Para que luego los abstemios digan que no beben... Bourbon.


sábado, 13 de junio de 2009

Sonría, por favor

La sonrisa es importante para vender. Quizá en este país no sea tan franca ni tan abierta como en Filipinas, pero la posible carencia mostrada por las personas es cubierta con creces por los artículos en venta. Quiero decir que el que sonríe es el artículo a ser vendido, y tenemos ejemplos múltiples:

Papeleras...


Esponjas...


Pastelitos...


Hasta el puercomóvil sonríe. ¡Y trae regalos!


jueves, 11 de junio de 2009

Trabaje, pero seguro

Las obras en este país suelen ser de alta tecnología. Por supuesto, los ladrillos se apilan igual aquí que en Kuala Lumpur o en Medinilla de la Dehesa, provincia de Burgos, pero me refiero a los aditamentos. Por ejemplo, cuando se trabaja por la noche, los obreros suelen llevar chalecos con LEDs que te permiten verlos a un kilómetro. He llegado a ver un medidor de decibelios en el exterior de una obra para que veas que no montan mucho follón.

Sin embargo, el otro día, cerquita de la embajada, vi una ñapa que hicieron en la autopista elevada. Sencillamente había un andamio que rodeaba los pilares, probablemente porque estarían haciendo algún mantenimiento. Lo que me llamó la atención es que, en lugar de recubrir el entramado de tubos con placas de aluminio, plástico o lo que se suela usar, han recurrido a la clásica madera. En el nivel superior aún han mantenido un estilo, combinando tablones con placas de contrachapado, pero el nivel inferior parece que lo hayan acabado de hacer Pepe Gotera y Otilio... con esos cachos de madera claveteados con tablones aleatorios. En fin, al menos no han usado bambú para hacer el entramado.


A la altura de la calle se encuentra el nivel de calidad en los materiales a los que me había acostumbrado, y claro, el contraste...


lunes, 8 de junio de 2009

Terminator y El Bruto

Ayer vi el preestreno de Terminator Salvation. Hacía mucho que no iba al cine, y ha sido un buen espectáculo de luz y sonido. Sam Worthington me ha parecido mejor actor que Christian Bale, y Moon Bloodgood me ha encantado. Para los conocedores de la saga Terminator, el origen de algunos detalles se explica en la película, como las cicatrices en la cara de John Connor. Hay algunos guiños a previas entregas, como la famosa frase "volveré" y la no menos famosa "ven conmigo si quieres vivir". También se escucha por un momento You could be mine de Guns N' Roses. Se puede disfrutar además de un clarísimo guiño, o más bien homenaje, a Steve McQueen en la película La gran evasión, relacionado con una moto y unas alambradas.

Cambiando de tema, y respecto a los nuevos mini-personajes del panorama bloguero creados por Lo, he encontrado una web que te permite malgastar unos minutos de tu vida cada día. Son simples combates entre personajes, en los que no tienes ningún control. Tan sólo se generan unas estadísticas al crearlo, y seleccionas a tu enemigo entre otros jugadores de un nivel equivalente. El resto es totalmente automático. El juego en sí no es gran cosa, pero los diseños de los personajes son graciosos. Podéis verlo en esta página.

sábado, 6 de junio de 2009

Y de postre...

Cuando a veces me comía aquí un chicle o caramelo con sabor a uva, el sabor me resultaba extraño. No desagradable, sino diferente a la uva de toda la vida. Posteriormente entendí el porqué. No se trata de que los químicos no diesen con el sabor de la uva, sino que el sabor era el de la uva japonesa.

Efectivamente, el otro día la probé por primera vez. La interfecta se llama 葡萄 léase ぶどう o más claro aún, budō. Aparte del sabor, me llamó la atención el tamaño, realmente pequeño. Comparad con el teclado en segundo plano. También es curioso que la piel es bastante gruesa, y que no tiene semillas.

Pequeña pero rica, como Salma Hayek.


viernes, 5 de junio de 2009

Más cosas que me como

No solo de cosas deshidratadas vive el hombre, y Japón es un lugar donde la comida es variada y excelente. Sin ir más lejos, una pequeña visita a la sección de comida preparada de un supermercado (mi sempiterno Daiei) te permite encontrar delicatessen como la que hoy ilustra la entrada: una bandeja de sushi variado. En el espécimen de la esquina inferior derecha he retirado el pescado para que se vea la hábil forma de incluir el wasabi junto al arroz. De ese modo no es necesario mezclarlo con la salsa de soja. Los sobres de la izquierda contienen jengibre y salsa de soja.

Por cierto, las flores son de adorno. Creo...


martes, 2 de junio de 2009

Cosas que me como

Tal y como me temía, la invasión cefalópoda ha comenzado, pero inasequible al desaliento, he combatido con uñas y dientes (y con las muelas) y a continuación podéis ver el resultado:

Así es cómo, descaradamente, se plantaron ante mi estos mini-Cthulhu.


Y esto es lo que les pasó al primer asalto. Acabaron desapareciendo junto a una copichuela de sake, pero tampoco van mal con cerveza. Mmmmmmm... saladitos...